Anhelada Criatura

En un hermoso y oscuro bosque caminaba una mujer solitaria de por vida que no tenía ninguna esperanza en su vida ni tampoco creía en la felicidad solo se dedicaba a caminar por el frio y tenebroso bosque que tanto amaba, a las diez de la noche ella andaba por el frondoso boscaje pero ese día maldito le llamo la atención una silueta que se ubicaba en una roca mugrienta y húmeda, era un hombre que nunca había visto en su vida y tampoco por esos alrededor de hecho ella vivía sola en aquel lugar, nunca tuvo la oportunidad de observar un hombre. La mujer se le acerco y le pregunto ¿qué hacia allí?, pero no hubo respuesta de aquel tipo solo se dedicaba a observar el horizonte por lo visto aquel amaba las marejadas del mar que se ubicaba a metros de el, la mujer se le acerco a su rostro y noto que no tenia expresión solo unos ojos azules frio que ella inmediatamente los amo pero aquella muchacha se pregunto ¿Qué es el amor?, ¿Por qué siento esto?, se marcho a su hogar y en la mañana no dejaba de pensar en el, solo quería que fuera de noche para poder caminar por su anhelado bosque ya que no podía salir a la luz del sol, al llegar la oscuridad ella tomo una manzana escarlata y se la llevo a aquel hombre que tanto le llamaba la atención, cuando llego al lugar lo vio igual que la primera vez, con su mirada perdida y fría, le paso la manzana pero él no se la recibió solo se mantuvo igual mirando el horizonte que tanto anhelaba él, aquella mujer fue siempre a visitarlo cuando caía la noche y siempre era la misma respuesta…nada, la única respuesta era el rechazo de aquel hombre por culpa de aquel horizonte que era de vez en cuando hermoso pero irritante para esa chica, todos los días la mujer trataba de hablarle pero ni caso hubo igual seguía como una estatua. Un día la mujer fue enferma a visitarlo pero al llegar no lo encontró, solo hayo un pedazo de papel que tenia escrito con sangre: “gracias por cuidar de mi…pero ya llego la hora de irme, siempre te estaré vigilando donde este”, la mujer rompió en llanto y se lanzo al suelo como una niña tratando de entender lo que había pasado pero por más que lo trataba nunca pudo hallar la respuesta.
Pasaron treinta años hasta que volvió a ver aquel hombre, pero esta vez ella estaba envejecida y su pelo nevado por los años, esta vez el se le acerco a ella, la mujer estaba sentada en la misma roca donde el anteriormente se sentaba a observar el horizonte, ella tenía la misma mirada que él, fría y perdida en el horizonte, el hombre le ofreció una manzana roja al igual que ella hizo hace muchos años pero ella no se la recibió solo lo miro de reojo e inmediatamente pudo reconocerlo, su instinto la hizo abrazarlo y llorar en su hombro, el solo le murmuro “llego tu hora…ahora podemos estar juntos por siempre”. Ella lo observo por un instante y fue cuando entendió el porqué de su ida, aquella roca era la estancia de la muerte quien se sentara allí y se quedara mirando el horizonte sabia que pronto se iría mas allá, la mujer lo beso luego lo observo nuevamente y poco a poco su mirada fue quedando totalmente en negra, lo único que sintió por última vez fue lo que nunca creyó que alcanzaría y eso era el…amor.
(escrito por Konixii)